Carro de Darío
855
En medio iva Dario, un cuerpo tan preçioso
—¡semejava profeta, tant’era de sabroso!—.
856
Los rayos eran d’oro, fechos a grant lavor;
las ruedas esso mismo davan grant resplandor;
857
El cabeçón del carro no’l tengades por vil:
era todo ondado de muy buen amarfil;
todo era listado de obra de grafil;
¡de piedras de grant preçio avié ý más de mill!
858
Las puntas de los rayos eran bien cabeadas,
de bastones bien fechos de piedras preçïadas;
eran tan sotilment’ todas engastonadas:
859
Digámosvos del yugo, siquier’ de la lazada
—obra era greçisca nuevamente fallada—:
¡toda una sirpiente teniela embraçada
por cadena de oro que era muy delgada!
860
El escaño de Dario era de grant barata:
los piedes de fin’oro e los braços de plata.
¡Más valién los aniellos en que omne los ata
que non farién las rendas de toda Damïata!
861
Tenié puestos los piedes sobre quatro leones
que semejavan bivos, tanto eran lidones;
tenién en las cabeças otros tantos grifones
e tenién so las manos todos sendos bestiones.
862
Venié sobre el rëy, por temprar la calor,
un águila bien fecha de preçiosa lavor,
las alas espandidas por fer sombra mayor;
siempre tenié al rëy de temprada sabor.
863
Eran en la carreta todos los dios pintados
e cuémo son tres çielos e de qué son poblados:
el somero, muy claro, lleno de blanqueados;