Sepulcro de Endrona
1239
Apeles el ebreo, un maestro contado,
que de lavor de manos non ovo tan ortado,
entalló el sepulcro en un mármol preçiado
—¡él se maravillava quando lo ovo obrado!—.
1240
Allí pintó las estorias quantas nunca cuntieron:
los ángeles del Çielo de quál guisa cayeron;
los parientes primeros cómo se malmetieron
porque sobre deviedo la mançana comieron;
1241
estava más adelant’ Noel el patrïarca,
los montes de Armenia do arribó el arca;
1242
Abraham el católico, Isac çerca él;
todos los Doze Tribos fijos de Israel,
las plagas de Egipto e el ángel crüel,
el täu en las puertas de sagne del añel,
1243
las carreras del mar e la muerte de Farón,
cómo pidién los pueblos rëy a Arón,
1244
de quál çevo bivieron por todo el desierto;
quál fue el tabernáculo, de quál guisa cubierto.
¡Todo era notado tan bien e tan en çierto
que lo verié todo omne como en libro abierto!
1245
En la otra estoria, don Möisés finado,
tenié en su lugar Josüé el ducado;
metiolos en la tierra e fue bien adonado
—es de Santa Iglesia oy en día plorado—.
1246
Allí eran los profetas, convento general,
todos tablas en manos, todos con su señal;
cadaúno qué dixo o en quál temporal,
quisque en su escripto de dó era natural.
1247
David con su salterio sus salmos acordando;
Salamón faze el templo, justos judizios dando;
Roboam en el regno metié çisma e vando.
En es’ dia fue su obra Apeles ençerrando.
1248
Las otras inçidençias de las gentes paganas,
como non son abténticas, yazién más orellanas.
¡Tanto eran las estorias muchas e adïanas
que sedién sobr’el túmulo las gentes päusanas!